Biodanza es un Sistema de Intergación Afectivo que por medio de vivencias inducidas por música, movimiento, emoción y situaciones de encuentro, potencia la expresión saludable de la identidad.
Se trata de una propuesta que tiene como hilo conductor la Afectividad comprendida como capacidad de vinculo y amor incondicional. Junto con ello se desarrollan los potenciales de: Vitalidad; sentirse plenamente vivo en conexión impulso vital, Creatividad; expresión creativa y capacidad de crear la propia vida, Sexualidad; capacidad de sentir placer y Trascendencia; sensación de pertenencia al medio. Esto se lleva a cabo en tres niveles: vinculación con uno mismo, con los demás y, en un sentido más amplio, con el entorno donde vivimos. Este ambiente enriquecido facilita manifestación del potencial Humano
Este Sistema fue creado por el Antropólogo, Psicólogo y Artista
chileno Rolando Toro Araneda. Es un movimiento que se ha extendido alrededor
del mundo desde hace 50 años con presencia de escuelas de Formación de
Facilitadores en los cinco continentes. Actualmente ocupa un lugar importante dentro del amplío movimiento de
desarrollo humano, siendo su sello un
profundo compromiso con la vida y el despertar
de una nueva afectividad entre las personas.
Las sesiones constan de dos
partes: una primera parte verbal al comienzo en la que participantes
y facilitadores intercambian conocimientos y experiencias sobre la teoría y la
práctica de la actividad. La segunda parte es vivencial, en la que el
facilitador propone una serie de
ejercicios a los participantes. Para cada ejercicio existe una música
determinada que induce una emoción especifica, lo que
está respaldado sobre bases biológicas, antropológicas, psicológicas y han sido
probadas metodológicamente por 50 años. La emoción provoca una expresión genuina
de la identidad a través del movimiento del cuerpo, creando una
danza.
La
práctica regular de Biodanza:
· Mejora
la autoestima.
· Estimula
la creatividad existencial.
· Favorece
el reconocimiento de las propias emociones, de las propias necesidades y su expresión.
· Aporta
una buena integración motora, reforzando, el ritmo, la coordinación, la
flexibilidad, la fluidez, entre otras cualidades del movimiento.
· Regula
los ciclos de actividad y reposo, disminuyendo los estados de estrés.
· Refuerza
el sistema inmunológico.
· Propicia
la integración entre lo que sentimos, lo que pensamos y lo que hacemos, propiciando una identidad integrada.
· Fomenta
la alegría de vivir, la solidaridad y la ecología.
· Propone
un estilo de vida más saludable y armonioso.